Nunca un Gobierno llevó a cabo la mayor parte de su programa en tan sólo 100 días. A excepción de la parte social de su programa (es decir, su motivación reaccionaria de retrotraer las leyes a su redacción de hace años, como el volver a la Ley del Aborto de 1985), ha ejecutado ya la parte de mayor calado de su programa económico, que es la reducción salvaje del gasto público en los Presupuestos, la reforma financiera (que se resume en seguir dando miles de millones a sistema bancario para sanearlo), y la reforma laboral (o más bien desregulación del mercado de trabajo).
Este programa económico neoliberal (no confundir con su programa electoral, pues las incongruencias del programa electoral del PP con las medidas aprobadas al llegar al Gobierno son propias de un trastorno bipolar), era el que iba a proporcionar confianza a los mercados, haciendo que se redujera la prima de riesgo, fluyera el crédito, se recuperaran las inversiones y se redujera el desempleo.
Este programa económico neoliberal (no confundir con su programa electoral, pues las incongruencias del programa electoral del PP con las medidas aprobadas al llegar al Gobierno son propias de un trastorno bipolar), era el que iba a proporcionar confianza a los mercados, haciendo que se redujera la prima de riesgo, fluyera el crédito, se recuperaran las inversiones y se redujera el desempleo.
Pues bien, la prima de riesgo española se encuentra en máximos desde septiembre del año pasado. Ya somos el país de la zona euro 'no intervenido' que paga el interés más alto por la colocación de su deuda, superando otra vez a Italia. Sin defender las políticas de Monti, hay que decir que esta situación se ha producido en buena parte por las diferencias entre las medidas tomadas por ambos gobiernos. Por ejemplo, mientras que en Italia Monti ha aprobado una subida del IVA del 21% al 23% para aumentar los ingresos, y ha reducido a 1.000 euros el tope que se puede pagar en efectivo para combatir el fraude, anunciando una guerra a la evasión fiscal, en España Rajoy aprueba una amnistía fiscal para defraudadores (calificada por él como "ocurrencia" cuando estaba en la oposición), argumentado la medida en el posible efecto recaudatorio similar a la subida del IVA. Todo porque el Gobierno se niega a subir el IVA como hizo Zapatero, ya que para Rajoy sería como darle la razón.
Y mientras Monti ha aprobado una reducción de cargos políticos en las provincias para reducir el gasto público, Rajoy renuncia a suprimir las diputaciones provinciales, ya que era una propuesta de Rubalcaba y también sería darle la razón (además de tenerlas ahora copaditas de cargos del PP después de las últimas elecciones municipales) y, para compensar, anuncia recortes brutales en sanidad, educación, infraestructuras, I+D+i...
El PP repitió mil veces en campaña que eran sinónimo de buena gestión económica, haciendo efectiva la premisa de Goebbels de que una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad. De esa manera, no solo hicieron creer a parte de la ciudadanía que la economía creció en los gobiernos de Aznar solo gracias al la gestión PP, sin que influyera la buena situación de la economía internacional, si no también que la actual crisis era por culpa del gobierno socialista, de hecho parecía ser que el causante de la crisis financiera internacional era el mismísimo Zapatero.
Tanto repitieron la mentira de su capacidad innata como gestores económicos, que cometieron el error de acabar creyéndosela ellos mismos. Llenos de soberbia, pensaron que solo el hecho de que ellos gobernaran, haría llegar de verdad la confianza a los mercados, junto con la inversión, el crecimiento y el empleo, independientemente de si sus medidas eran adecuadas o no.
Mientras la prima de riesgo sube, la bolsa baja y el paro aumenta, esperemos por nuestro bien que despierten de su sueño ingenuo y actúen acertadamente, pero para ello también deberían darse cuenta de que 'los mercados' desregulados a los que intentan complacer son los verdaderos causantes de la crisis económica.
